Parabola de la educacion
Iba un hombre caminando por el desierto cuando oyó una voz que le dijo:
Levanta unos guijarros, metelos a tu bolsillo y mañana te sentirás a la vez triste y contento.
Aquel hombre obedeció. Se inclinó, recogió un puñado de guijarros y se los metió en el bolsillo.
A la mañana siguiente, vio que los guijarros se habÃan convertido endiamantes, rubÃes y esmeraldas
Y se sintió feliz y triste.
Feliz, por haber recogido los guijarros; Triste, por no haber recogido más.
Lo mismo ocurre con la educación
Levanta unos guijarros, metelos a tu bolsillo y mañana te sentirás a la vez triste y contento.
Aquel hombre obedeció. Se inclinó, recogió un puñado de guijarros y se los metió en el bolsillo.
A la mañana siguiente, vio que los guijarros se habÃan convertido endiamantes, rubÃes y esmeraldas
Y se sintió feliz y triste.
Feliz, por haber recogido los guijarros; Triste, por no haber recogido más.
Lo mismo ocurre con la educación
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