Cielo e Infiernos Cercanos
Un joven samurai fue a visitar a un viejo sabio para plantearle una duda que lo atormentaba:
- Maestro, vengo a verte para pedirte que me expliques que es el paraÃso y qué es el infierno- le dijo.
- ¿Quién lo pregunta? -contestó el maestro.
- Un guerrero samurai.
- ¿Tú un samurai? -se rió el maestro-. ¿Con esa cara de idiota que tienes?
El guerrero no podÃa creer lo que escuchaba.
- Seguro que además de estúpido eres un cobarde –continuó el anciano sabio.
La ira se adueñó del samurai, quien desenvainó instintivamente su sable para atacar al maestro, mientras éste con un simple gesto lo detiene, diciéndole apaciblemente:
- ¡Ese es el infierno!
El guerrero comprendió de súbito la actitud del maestro, guardó su sable avergonzado, se puso de rodillas en el suelo y le pidió perdón con las manos en gesto de oración.
-¡Y ese es el paraÃso! -exclamó de nuevo el maestro.
- Maestro, vengo a verte para pedirte que me expliques que es el paraÃso y qué es el infierno- le dijo.
- ¿Quién lo pregunta? -contestó el maestro.
- Un guerrero samurai.
- ¿Tú un samurai? -se rió el maestro-. ¿Con esa cara de idiota que tienes?
El guerrero no podÃa creer lo que escuchaba.
- Seguro que además de estúpido eres un cobarde –continuó el anciano sabio.
La ira se adueñó del samurai, quien desenvainó instintivamente su sable para atacar al maestro, mientras éste con un simple gesto lo detiene, diciéndole apaciblemente:
- ¡Ese es el infierno!
El guerrero comprendió de súbito la actitud del maestro, guardó su sable avergonzado, se puso de rodillas en el suelo y le pidió perdón con las manos en gesto de oración.
-¡Y ese es el paraÃso! -exclamó de nuevo el maestro.
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