Acto de Soberbia
Un dÃa el viejo león se despertó y conforme se desperezaba se dijo que no recordaba haberse sentido tan bien en su vida.
El león se sentÃa tan lleno de vida, tan saludable y fuerte que pensó que no habrÃa en el mundo nada que lo pudiese vencer. Con este sentimiento de grandeza, se encaminó hacia la selva, allà se encontró con una vÃbora a la que paró para preguntarle.
"Dime, vÃbora, quien es el rey de la selva? le preguntó el leon.
Tu, por supuesto le respondió la vÃbora, alejándose del leon a toda marcha.
El siguiente animal que se encontró fue un cocodrilo, que estaba adormecido cerca de una charca.
El león se acercó y le preguntó Cocodrilo, dime ¿quien es el rey de la selva?
¿Por qué me lo preguntas? le dijo el cocodrilo, si sabes que eres tu el rey de la selva
Asà continuó toda la mañana, a cuanto animal le preguntaba todos le respondÃan que el rey de la selva era el.
Pero, hete ahà que de pronto, le salió al paso un elefante.
Dime elefante, le preguntó el león ensoberbecido ¿sabes quién es el rey de la selva?
Por toda respuesta, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo cual si fuera una pelota, lo tiraba al aire y lo volvÃa a recoger...hasta que lo arrojó al suelo poniendo sobre el magullado y dolorido león su inmensa pata.
Muy bien, basta ya, lo entiendo atinó a farfullar el dolorido león, pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta.
El león se sentÃa tan lleno de vida, tan saludable y fuerte que pensó que no habrÃa en el mundo nada que lo pudiese vencer. Con este sentimiento de grandeza, se encaminó hacia la selva, allà se encontró con una vÃbora a la que paró para preguntarle.
"Dime, vÃbora, quien es el rey de la selva? le preguntó el leon.
Tu, por supuesto le respondió la vÃbora, alejándose del leon a toda marcha.
El siguiente animal que se encontró fue un cocodrilo, que estaba adormecido cerca de una charca.
El león se acercó y le preguntó Cocodrilo, dime ¿quien es el rey de la selva?
¿Por qué me lo preguntas? le dijo el cocodrilo, si sabes que eres tu el rey de la selva
Asà continuó toda la mañana, a cuanto animal le preguntaba todos le respondÃan que el rey de la selva era el.
Pero, hete ahà que de pronto, le salió al paso un elefante.
Dime elefante, le preguntó el león ensoberbecido ¿sabes quién es el rey de la selva?
Por toda respuesta, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo cual si fuera una pelota, lo tiraba al aire y lo volvÃa a recoger...hasta que lo arrojó al suelo poniendo sobre el magullado y dolorido león su inmensa pata.
Muy bien, basta ya, lo entiendo atinó a farfullar el dolorido león, pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, porque no sepas la respuesta.
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